• La respiración bucal puede tener consecuencias como cambios en el rostro por la alteración del crecimiento de los maxilares, mordida abierta, dientes mal alineados, deshidratación oral y apnea del sueño.
• El Consejo General de Dentistas recomienda a los padres que detecten que su hijo respira por la boca, que los lleven a una revisión odontológica.